¿Debemos seguir enseñando idiomas si tenemos un traductor automático?

Viajar en estos tiempos es mucho más fácil que antes, no sólo por los medios de transporte, sino también por los mapas, GPS e incluso los traductores que nos ayudan a entender el idioma del lugar donde viajamos. Las guías rápidas con frases de uso frecuente ya agilizaban mucho la comunicación, sin embargo, ahora que tenemos traductores en tiempo real, incluso con audio para escuchar la pronunciación correcta.

En estas circunstancias, es muy tentador pensar que no hay más razón para enseñar o aprender idiomas, pues la traducción automática ya cruza ese puente. Si tenemos conocimientos básicos, seguramente un traductor automático nos supera, pero hay reglas del lenguaje natural que no se capturan tan fácilmente a través de reglas o de la comprensión automática del lenguaje natural, como humanos nos requieren años de práctica y captarlas en un lenguaje hablado coloquialmente pueden escapar fácilmente a los traductores automáticos.

Por otro lado, la dependencia de algo externo hará que, sin un dispositivo con batería o internet, quedemos completamente indefensos en un entorno desconocido. Y si la traducción no ha sido precisa, la comunicación puede estropearse por completo: nuestro interlocutor podría molestarse con nosotros, o podrías ocasionar una confusión o no lograr nuestro objetivo al comunicar. O podríamos no estar de paso, sino empezar un largo periodo en esta nueva cultura y ¿qué vida tendríamos si cada palabra de nuestra vida depende de una máquina para ser comunicada?

Un último punto a considerar es el ser en que nos convertimos cuando aprendemos una lengua diferente a la materna: adquirimos nuevas habilidades, lo cual desarrolla nuevas conexiones en nuestro cerebro y lo mantiene sano, activo y ágil.  Además, nos abre un mundo diferente: quien haya estudiado otra lengua sabrá que una traducción palabra a palabra de un idioma a otro es muy pobre, la estructura de las frases o la retórica propia de cada idioma es lo que le da un toque de personalidad, además de que hay palabras o tiempos verbales intraducibles. Cada idioma tiene entretejida la concepción del mundo que tienen sus hablantes, por lo que acceder a un nuevo idioma nos permite acceder nuevas formas de entender el mundo.

Las distintas lenguas son parte de una diversidad cultural que contiene en sí misma la historia de la evolución del ser humano, una riqueza espiritual que nos permite llegar a nuevas dimensiones de la naturaleza humana. Podemos hacer una tarea con ayuda de herramientas tecnológicas, pero no privarnos de la experiencia humana del saber.

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