Cuando comento que la Analítica no es una bola de cristal, parece muy obvio e incluso da risa, pero como me he encontrado en esta situación en varias ocasiones, por experiencia propia y a través de mis conocidos, les comparto las variantes que me he topado y a veces no suenan tan triviales:
- Una bola de cristal
Hay quien cree que un modelo genera alertas infalibles que le digan qué hacer cuando se disparen. En esta situación ubico 3 retos:
- Entender que una alerta se dispara con cierta probabilidad. Una probabilidad alta no es una garantía, una probabilidad baja no quiere decir que el evento sea imposible.
- Entender que el nivel de falsos positivos dispuestos a aceptarse es una decisión: el balance entre lo que podemos obtener de los datos y los costos (de actuar y no actuar) y nivel de riesgo que se tengan con respecto al evento que se modela, es decir, no depende exclusivamente del algoritmo usado al modelar. Por ejemplo, debemos tener claro qué es más costoso: actuar o no actuar. Por ejemplo, en el caso de detección de actos terroristas, los eventos que pasan desapercibidos (falsos negativos) son muy costosos.
- Entender que hay formas de robustecer el indicio que nos da el modelo, por ejemplo, análisis o acciones posteriores o simultáneas que se pueden validar a la vez que el modelo califica. Es decir, debemos pensar sistemáticamente para robustecer la información al tomar decisiones y acciones y no pensar que el modelo es la panacea.
- Inteligencia más allá de la humana
Otro comentario que he escuchado es que el modelo “aprenda solo”. Es decir, en esencia, el aprendizaje automático tiene la esencia de que la computadora aprenda más allá de lo que le enseñemos explícitamente. Pero otro nivel es que no quieran ni darle ejemplos para aprender, que sepa de noticias más que nosotros mismos, que sepa la diferencia entre Femsa y Famsa sin apoyo humano. Y aunque hay proyectos de investigación en este camino, no creo que esté a un nivel que pueda ser operativo, ni por la madurez ni por el costo que representaría.
- Un consultor de negocio
“Ustedes son los expertos”, es una frase que me dice que mi interlocutor está dispuesto a renunciar a su 50 % de responsabilidad en la co-creación del proyecto de Analítica para poder cuestionarme o reclamarme el 100% de lo que no entiende… que termina por ser todo. Yo soy experta en analítica, pero no me daría la vida para serlo en cada uno de los campos de aplicación, por eso un equipo que implementará Analítica debe estar compuesto por expertos de negocio (marketing, recursos humanos, agricultura, riesgos financieros, seguridad nacional, etc.) y expertos en Analítica y hacer sinergia. Yo puedo darles indicios de que un evento está por ocurrir, ellos deben saber cómo insertarlo en su día a día para obtener lo mejor de este indicio.
- Magia… o el genio de la lámpara
Dicen que el que busca encuentra, y aunque no niego la posibilidad de serendipias, la verdad es que si no inicias un análisis sabiendo lo que buscas o quieres encontrar, el camino hasta presentar un resultado relevante puede ser largo y tortuoso, ¿o cómo sabrás si ya llegaste?… Así como Alicia con el gato de Cheshire. La Analítica no es un genio al que le das unos datos en bruto (sin importar granularidad, frecuencia de alimentación, distintas temporalidades, si los datos pueden relacionarse entre sí, si son relevantes o cómo se relacionan con el evento investigado) y le digas: “Genio quiero que me digas qué debo hacer a partir de lo que tengo aquí” como si conociera su negocio mejor que ellos.
- Es una mentira
Si ya han intentado usar o entender Analítica y no lo han logrado exitosamente, puede ser que digan “eso no sirve” o “es una mentira” ¡A pesar de que hay tantas empresas que han logrado mucho a través de la Analítica! Ciertamente, es más fácil culpar a algo externo que algo interno. La Analítica funciona… y puede funcionar para todos, pero necesitamos pasar por esa etapa de Innovación-experimentación para ir madurando su aplicación. No es que hoy opere de forma manual y mañana ya amanezco Analítico… es un proceso que hay que disfrutar en cada paso y no enfocarnos en lo que no se tiene, sino en los pasos que vamos dando.